En esta muestra de fuerza del pueblo onubense, cada vez más descontento con la política urbanística de la alcaldía en concreto, y con la planificación en el uso de los recursos públicos en general, creemos que hemos dejado claro que, a pesar de que nos han llegado a calificar como minoritarios, realmente nadie desea perder el Parque de la Esperanza, para que éste acabe convertido en un monstruoso parking de hormigón.
Más aún, hemos de advertir que éste solo ha sido el comienzo de las protestas, pues ignorándonos nos han obligado a llevarlas a un plano más reivindicativo y de lucha; a tomar la calle, a pesar del escaso margen de tiempo que hemos tenido para preparar esta movilización. Así pues, tengan por seguro los señores del Equipo de Gobierno, que no cesaremos en nuestro empeño por conservar lo que no pertenece a nadie más que al pueblo.
Pero la importancia de esta lucha no radica en la mera conservación de un parque, sino que va más allá. Al enfrascarnos en estas movilizaciones, al aceptar el peso específico que supone coordinar la lucha y aglutinar a elementos conscientes del pueblo, estamos también enfrentándonos a un modelo de gestión de los recursos públicos que consideramos, cuanto menos, caciquil, clientelista, despótico…
Recordemos que nos enfrentamos a la política local de quienes recortaron los d
Desde Estudiantes Progresistas queremos transmitir la lección que sacamos de todo esto; y esta lección es que juntos podemos enfrentar todas las dificultades, que juntos y organizados podemos progresar. Y como atisbo de comprensión de esta lección, los manifestantes corearon acertadamente la consigna:
¡LA ESPERANZA!
¡NO SE PIERDE!
¡PARQUE SÍ!
¡PARKING NO!